Sobre la nueva especialidad propuesta (composición-musicología)

Hasta la fecha, los conservatorios profesionales españoles sólo han impartido especialidades instrumentales. Sin embargo, no todas las especialidades que se cursan en los conservatorios superiores son instrumentales. Opinamos, pues, que sería un gran avance para nuestra Comunidad Autónoma establecer en los dos últimos cursos de Grado Medio un plan de estudios específico para aquellos alumnos que planean orientar sus estudios superiores hacia los campos de la Composición, Musicología, Dirección de Orquesta y Dirección de Coros.

A esta realidad general, debemos añadir otro importante dato: un gran número de alumnos que en el inicio de sus estudios musicales se centraron en el instrumento, optan -en el último ciclo de grado medio- por preparar y realizar la prueba de acceso al grado superior para especialidades no instrumentales: Composición, Musicología, Dirección de Orquesta...

Estos alumnos precisan una atención individualizada, como los instrumentistas. No obstante, sabemos que ofrecerles una hora semanal de clase individual supondría un enorme gasto en profesorado. Por eso, nos contentamos con proponer que las ratios de determinadas asignaturas sean modificadas.

Por otra parte, los compañeros que desarrollan su tarea docente en los departamentos de Composición y Musicología de los conservatorios superiores plantean una queja unánime, que hemos recogido a través del trabajo realizado por la Red de Profesores de Composición y Musicología: el nivel de los alumnos que -tras haber cursado el grado medio en conservatorios profesionales- acceden a los estudios superiores es muy deficiente. A este dato hay que sumar otro, ya comentado en el punto anterior: el alarmante porcentaje de alumnos que abandonan sus estudios de grado medio (especialmente en el tercer ciclo) sin haberlos finalizado.

Consideramos que las dos causas principales de este fracaso son:

a) Ausencia de un sistema que facilite a los alumnos compatibilizar los estudios musicales con los generales.
b) Las elevadas ratios que padecen en determinadas asignaturas de sus estudios musicales.

Resulta necesario detenerse a analizar estas últimas.

Las ratios de la actual legislación no plantean distinción entre las asignaturas de Lenguaje Musical, Historia, Análisis, Armonía y Fundamentos de Composición: 15 alumnos por grupo.
Para las asignaturas de Lenguaje Musical, Historia y Análisis, 15 es una cifra sensata. No así para la de Armonía ni –menos aún- para la de Fundamentos de Composición. Explicaremos por qué.

Los estudios de Armonía son imprescindibles para cualquier músico; pero, además, suponen la piedra angular de los futuros compositores, directores de orquesta o coro y musicólogos. En el desarrollo de estas clases resulta indispensable la corrección –de manera individualizada, en presencia del alumno- de los ejercicios que éste ha realizado en casa por indicación del profesor. Éste debe no sólo corregir los defectos, sino además proponer mejoras, transmitir ideas al alumno para modificar aquellos pasajes del ejercicio que –sin contener errores graves- pueden ser mejorados. Son necesarios diez o quince minutos por alumno. Queda claro, pues, que una ratio de 15 hace que la tarea del profesor resulte sencillamente irrealizable.

Los estudios de Fundamentos de Composición, continuación natural de los de Armonía para aquellos alumnos que proyectan orientar sus estudios superiores hacia el ámbito de la composición más que al de la interpretación, son aún más delicados. Por razones obvias, el profesor necesitará más tiempo para corregir defectos y aportar soluciones y nuevas ideas a los ejercicios realizados por el alumno.
Por otra parte, consideramos que los contenidos establecidos para esta asignatura en la LOGSE no son los más adecuados: las nociones de Contrapunto incluidas entre estos contenidos son excesivas, y retrasan notoriamente el avance del alumnado.
Esa es la razón por la que proponemos sustituir esta asignatura por “Técnicas de composición”, con la intención de que el alumno finalice sus estudios de grado medio con un conocimiento aceptable de los estilos compositivos barroco, clásico y romántico, así como con unas nociones básicas de los diferentes estilos compositivos del siglo XX.

Con la implantación de la nueva especialidad, se respondería a la demanda de aquellos alumnos con un perfil no instrumental, aumentando las opciones que se les ofrece. Al mismo tiempo, se potenciaría el título de Grado Medio como fin en sí mismo.
Tal y como planteamos en nuestra propuesta el diseño curricular de la especialidad, no supondría coste adicional, dado que se aprovecharían todas las sinergias derivadas de los medios productivos, tanto físicos como humanos, que actualmente existen en los Conservatorios: profesores de distintas especialidades (Historia, Fundamentos de Composición y Lenguaje Musical) podrían impartir con éxito las asignaturas planteadas. Planteamos la propuesta de creación de esta nueva especialidad el pasado 14 de Diciembre en Madrid, en el marco de la “IV Jornada. La enseñanza de música a debate: la formación profesional y la música”. El Subdirector General de Ordenación Académica del M.E.C. nos confirmó su legalidad. Incluso podría enviarse posteriormente a Madrid para que esta nueva especialidad, nacida en Andalucía, pudiera implantarse en otras C.C.A.A., previa publicación del currículo en el B.O.E.